martes, 25 de junio de 2013

Festival


Llegué y perseguí la música, sorteando la gente ¿Por dónde voy guitarra eléctrica? ¿Es por acá? Bien, te sigo batería, ok, me dice que doble acá, sí, te escucho un poco bajo y… ¡ahí está! el escenario al aire libre, es invierno, está soleado, es temprano, no hay mucha gente. El cantante dice que van a hacer un homenaje, comienza la guitarra, esto me suena, sí, es un tema de Charly, manoseado por el soft rock. Mala la banda. Me voy para el otro lado, adelante, había una muestra de fotos, sí, acá está, es genial…John Lennon, Yoko Ono…entro a un cuartito, están pasando un documental sobre el fotógrafo ese, estoy viéndolo y él dice que lo importante es captar el sentimiento, habla del sentimiento. Muestra una foto fuera de foco.

  Mi amiga está retrasada, ya fue, le mando un mensaje de texto al novio que anda por acá,  nos encontramos, me dice que vayamos al patio, apoyamos los codos sobre la mesa, me dice que está muy cansado, como yo, y ella no llega. Va a venir con una amiga que yo no conozco bien pero me cae bien.

  Me había dicho que iba a llegar a las dos. Llegaron las dos. A las tres. Ahora somos cuatro.

 Se sentaron al lado, trajeron mate, es bueno para este frío. A cinco metros transmiten para una radio, el locutor atrás del vidrio, hace su programa, viste una remera turquesa, fea, y dice que a un cantante el gobierno le pagó dos millones de pesos. La amiga de mi amiga dice que el locutor es lindo. Hablamos de cualquier boludez, jodemos, la amiga dice que el locutor es lindo, no sé si es que vi demasiadas fotos de John Lennon, pero la mujer de al lado me resulta parecida a Yoko Ono, se los digo, se ríen, el novio de mi amiga habla con catarro, lo cargamos, la amiga de mi amiga le dice a Dios que el locutor es lindo.  Ella dijo tantas veces que ese hombre es lindo que me convenció.

 Fuimos atrás, ahora toca una banda que suena mucho mejor…sí, sí, esto me gusta. Hicimos mate entre la gente. Al lado, un padre hippie pro, con su mujer rubia y hermosa y una niña y un niño, perfectos, los cuatro, y el amigo con poncho, ridículo, gente de plata, hippies, modernos, rockeros, unos pedantes, pero el tipo, el padre, es lindo, me mira, lo miro, me mira, no lo miro, hago que hablo con las chicas, me dicen que el tipo me está mirando, les digo que ya sé que me mira, que son unas boludas, lo miro, nos volvemos a mirar, qué lindo que es, pero la banda suena muy bien, miro la banda, muevo la cabeza, casi sin control, me quedo un rato así, me acuerdo del tipo, miro para ese lado, ya no está, miro para el otro, se está yendo, un poncho se aleja detrás.

 La conocida de mi amiga dice que tiene porro, que vayamos a fumar porro, le digo que a veces me pega mal, me dice que fume un poco, que no sea boluda, mi amiga dice que no da, que hay criaturas por todos lados, le digo que fumar porro no es un mal ejemplo, vamos a una esquinita y lo hacemos con carpa. Pasa un metalero vestido todo de cuero negro y tachas. Pasan unos chicos jóvenes con chupines, flaquitos, las piernas parecen hilos, les queda bien. Mi amiga dice que vayamos a recorrer las exposiciones, mientras vamos, nos reímos de todo, de todos,  nos sacamos fotos, les digo que todos me miran, que creo que les gusto a todos  porque todos me miran, que incluso creo que les gusto a ellas, que me están mirando ahora y se ríen.

  Cuadros, vinilos, djs, venta de remera, peinados locos, cosas, gratis. Mi amiga me dice que mire esa remera, está genial, con una calavera, esa remera, le queda grande, le pregunta a la vendedora si no hay más chica, no hay. Vamos a un cuarto, nos sentamos, una compra torta, tomamos mate con torta, vuelve el novio de mi amiga, lo habíamos perdido, no sé cuándo, antes del porro, seguro. Dice algo, una estupidez, nos causó gracia, nos pregunta si estuvimos fumando, nadie le responde. Anochece. Las chicas cantan una canción. El novio dice: ¿vamos?

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